Mientras se dice la Misa se han de considerar los pasos de la sagrada Pasión de nuestro Señor Jesucristo:

              El Introito significa los intensos deseos de los santos padres por la venida de Cristo nuestro Señor, y Encarnación del Verbo divino.

              Los Kyries significan los fervorosos actos de contrición que hacían los santos padres, deseando la venida del señor. Corresponde con actos de dolor por tus culpas, porque sin ellos no serás justificado.

El Gloria significa el nacimiento temporal de nuestro Señor Jesucristo.
Al Dominus vobiscum, considera la caridad inmensa de Cristo nuestro Señor conversando con los hombres, y buscando a los pecadores.

La Epístola significa la predicación fervorosa de san Juan Bautista , exhortando a la verdadera penitencia, para que lograsen los hombres la misericordia venida del Mesías esperado.

Cuando se pasa el misal, y se dice el Evangelio. Considera como después de la predicación de San Juan Bautista entró la divina predicación de nuestro Señor, y esta también paso al pueblo de los gentiles.

El Ofertorio. Considera la pronta voluntad con que nuestro Señor se ofreció a padecer por nosotros, no dudando entregarse en las manos de sus enemigos, y tolerar la muerte dura y afrentosa de cruz por la salvación de nuestras almas.

              Orate, fratres. Considera la oración afectuosa de nuestro Señor en el huerto de Gethsemaní, el sudor copioso de sangre, y el amoroso cuidado que el señor de despertar a sus amados discípulos para que también se empleasen en la oración, con que venciesen las tentaciones.

El Prefacio y Sanctus, etc. Considera la entrada triunfante y victoriosa de nuestro Señor Jesucristo en Jerusalén el domingo de Ramos, el aplauso universal de todo el pueblo, y lo poco que duraron estas honras temporales.

Desde el Te igitur, etc. Considera toda la sagrada Pasión de nuestro Señor Jesucristo, las agonías del huerto, los tormentos de su prisión, la bofetada en la casa de Anás, las negaciones de San Pedro, los crueles azotes, los intensos dolores de la coronación de espinas, etc.

En la Elevación de la hostia consagrada y el cáliz. Considera como el Señor fue levantado en la Cruz, y los dolores y angustias que padeció en aquellas tres horas que estuvo vivo y clavado, y las siete palabras que dijo antes de morir; la conversión del buen ladrón, y la perdición eterna del malo.

En el Memento segundo. Considera el tiempo que el Señor estuvo en el sepulcro, y adora en espíritu sus santísimas llagas. Considera también como su alma santísima bajó al limbo a sacar las almas de los justos.

En el Nobis quoque peccatoribus. Cuando el sacerdote se golpea el pecho, haz tu lo mismo; y considera la confesión del buen ladrón, y el dolor grande del Centurión, y de otros que asistieron al Calvario, los cuales, siendo el Señor crucificado se arrepintieron de sus culpas, y dándose golpes de pecho se volvieron a la ciudad.

En el Pater noster. Cuando el sacerdote dice, considera las fervientes oraciones de María santísima y de las piadosas mujeres, mientras el Señor estuvo en el sepulcro.

En el Pax Domini. Considera resucitado a nuestro Señor Jesucristo, y cómo apareciéndose a sus a sus amados discípulos, les decía: Pax vobis: la paz sea con vosotros.

En la comunión del celebrante. Considera la admirable ascensión de nuestro Señor en cuerpo y alma a los cielos con inefable gloria.

Cuando se pasa el misal. Considera la segunda venida del Señor al mundo en el tremendo día del juicio.

En las últimas oraciones. Considera los beneficios divinos, y darás gracias al Señor por ellos; porque la ira de Dios vendrá sobre los ingratos y malos.

Al Ite Missa est. Considera que el santo sacrificio de la misa es ofrecido por el sacerdote en beneficio espiritual de todos los fieles vivos y difuntos, y para alcanzar la divina gracia para todos los que han asistido fervorosos y devotos.

En la Bendición. Considera la bendición misericordiosa que dará Cristo Señor nuestro a los buenos en el día del juicio, en premio de sus buenas obras, y dispondrás tu corazón para guardar los divinos mandamientos, y ejercitar muchas obras de piedad, con que te hagas digno de recibirla. Amén.

Ornamentos Sacerdotales para la celebración de la Santa Misa

El sacerdote, revestido de los ornamentos para celebrar, representa a nuestro Señor Jesucristo, como dice san Juan Crisóstomo.

              El Amito significa el lienzo que le pusieron a nuestro Señor Jesucristo sobre su cabeza y rostro, cuando le decían adivinase que le había dado la bofetada: ¿Prophetiza nobis quis est qui te percussit? También significa la corona de espinas.

              El Alba significa la vestidura blanca que le fue puesta en la casa de Herodes, tratándole de loco y fatuo.

              El Cíngulo significa la cadena o soga con que fue ligado por la cintura nuestro Señor, cuando le prendieron en el Huerto de Gethsemaní.

La Estola significa la cuerda que pusieron a nuestro Señor Jesucristo al cuello, cuando lo llevaron preso a Jerusalén.

El Manípulo significa la cuerda con que ataron las manos a nuestro Señor, cuando fue puesto en la columna, y cruelmente azotado.

            La Casulla significa la vestidura que le pusieron al Señor cuando le coronaron de espinas, y también significa la cruz que llevó sobre sus delicados hombros.