(Para el primer Viernes de Mes)
¡Oh divino Salvador Jesús!, dignaos dirigir una mirada de misericordia y de amor sobre vuestras Guardias de Honor, que, unidas en un solo pensamiento de fe, de amor y de reparación, vienen a llorar, a vuestros pies, sus infidelidades y las de los pobres pecadores, sus hermanos.
Ojalá pudiéramos, con las promesas unánimes y solemnes que vamos a hacer, conmover vuestro Corazón divino y conseguir misericordia para nosotros, para el mundo infeliz y culpable, para todos los que no tienen la dicha de amaros.
En adelante, sí, nosotros todos los prometemos .. .
Del olvido e ingratitud de los hombres.
Os consolaremos Señor.
De vuestro abandono en el santo Tabernáculo, Os consolaremos Señor.
De los crímenes de los pecadores, Os consolaremos Señor
Del odio de los impíos, ” “
De las blasfemias que se vomitan contra Vos, ” “
De las injurias hechas a vuestra Divinidad, ” “
De los sacrilegios con que se profana vuestro Sacramento de amor. ” “
De las inmodestias y de las irreverencias cometidas en vuestra presencia adorable, ” “
De las traiciones de que sois la adorable víctima, ” “
De la frialdad de la mayor parte de vuestros hijos, ” “
De los desprecios que se hacen de vuestras llamadas de amor,
” “
De las infidelidades de los que se dicen vuestros amigos, ” “
Del abuso de vuestras gracias, ” “
De nuestras propias infidelidades, ” “
De la incomprensible dureza de nuestros corazones, ” “
De nuestras tardanzas en amaros, ” “
De nuestra cobardía en vuestro santo servicio. ” “
De la amarga tristeza en que os sumerge la pérdida de las almas. ” “
De lo mucho que os hacemos esperar a la puerta de nuestros corazones, ” “
De las amargas repulsas con que os abrevan, ” “
En vuestros suspiros de amor, ” “
En vuestras lágrimas de amor, ” “
En vuestra prisión de amor, ” “
En vuestro martirio de amor. ” “
Oración
¡Oh divino Salvador Jesús, cuyo Corazón amante ha emitido esta dolorosa queja: “He buscado quien me consolase y no le he hallado…”!, dignaos aceptar el pobre homenaje de nuestro desagravio y asistirnos tan eficazmente con la ayuda de vuestra gracia, que. en adelante, huyendo más y más de todo lo que pudiese disgustaros, seamos en todo y por todo vuestras fíeles y devotas Guardias de Honor.
Os lo pedimos por vuestro Corazón, oh amado Jesús, que, siendo Dios con el Padre y el Espíritu Santo, vivís y reináis por todos los siglos de los siglos. Así sea.