(San Bernardino de Sena)
¡Oh buen Jesús! ¡Oh piadosísimo Jesús! ¡Oh dulcísimo Jesús! ¡Oh Jesús, Hijo de María Virgen, lleno de misericordia y de piedad! ¡Oh dulce Jesús, tened piedad de mí según vuestra gran misericordia! ¡Oh clementísimo Jesús, por la preciosísima sangre que derramasteis por los pecadores, os pido que borréis todas mis iniquidades y os dignéis dirigir una mirada de compasión a este miserable e indigno pecador, que humildemente os pide perdón e invoca este vuestro santo nombre! ¡Oh nombre de Jesús, nombre dulcísimo! ¡Nombre de Jesús, nombre deliciosísimos! ¡Nombre de Jesús, nombre de aliento y fortaleza! ¡Jesús, es decir, Salvador! ¡Ah, sí, oh Jesús, por vuestro santo nombre, sed para mí Jesús y salvadme! No permitáis que yo venga a condenarme, Vos que me formaste de la nada. ¡Oh buen Jesús no permitáis que mi iniquidad me pierda, Vos que con vuestra omnipotente bondad me redimisteis! ¡Oh buen Jesús, conservad todo lo que es vuestro y purificad lo que os es contrario! ¡Oh benignisimo Jesús, tened piedad de mí, en este tiempo de misericordia, para que el día del juicio no tengáis que condenarme! ¡los muertos, oh Jesús, no os alabarán, ni cuantos descienden al infierno! ¡Oh amadisimo Jesús! ¡Oh deseadísimo Jesús! ¡Oh mansisimo Jesús! ¡Oh Jesús, Jesús, Jesús, admitidme en el número de los elegidos! ¡Oh Jesús, salud de cuantos creen en Vos! ¡Oh Jesús, alivio de los que a Vos recurren! ¡Oh Jesús, Hijo de María siempre Virgen, infundid en mí la gracia, la caridad, la castidad, la sabiduría y la humildad. para que pueda perfectamente amaros, alabaros, poseeros, serviros, y gloriarme en Vos, con todos los que invocan vuestro santo nombre! Así sea.
ORACIÓN
Oh Dios, que a tu Hijo unigénito hiciste Salvador del genero humano y mandaste que se llamara Jesús: concédenos benigno la gracia de que en el cielo gocemos la vista de Aquel cuyo santo Nombre veneramos en la tierra. Por el mismo nuestro Señor Jesucristo, que contigo vive y reina en unidad del Espíritu Santo, Dios, por todos los siglos de los siglos. Amén.
(Indulgencia de cinco años; plenaria al mes por su rezo diario, con las condiciones acostumbradas).
ORACIÓN REPARADORA
¡Oh Jesús, mi Salvador y Redentor, Hijo de Dios vivo, heme aquí postrado a vuestros pies: os pido perdón, y deseo reparar por todas las blasfemias contra vuestro santo nombre, por todas las injurias que se os infieren en el Santísimo Sacramento del altar, por todas las irreverencias para con vuestra Santísima Madre Inmaculada, por todas las calumnias contra La Santa Iglesia Católica! Oh Jesús, que dijisteis: “Todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, se os concederá”, os ruego y suplico por mis hermanos que se encuentran en peligro de pecar, a fin de que queráis preservarles de los atractivos de la apostasía: salvad a los que se encuentran ya al borde del precipicio; conceded a todos luz y discernimiento de la verdad, valor y fuerza en luchas contra el mal, perseverancia en la fe, y caridad activa y eficaz. Misericordiosísimo Jesús, en vuestro nombre, pues, dirijo estas peticiones a Dios, vuestro Padre, con el que vivís y reináis en unidad con el Espíritu Santo por todos los siglos de los siglos. Amén.