GIGANTES

Vemos en el Génesis, VI, 1, que cuando los hombres llegaron a multiplicarse, los hijos de Dios se apasionaron de la belleza delas hijas de los hombres, las tomaron por esposas, y que ellas dieron al mundo los gigantes y una casta de hombres robustos, poderosos y viciosos. Para castigar sus crímenes, envió Dios la plaga del diluvio universal. Como los poetas paganos hablan también de una raza de gigantes, que vivieron en las primeras edades del mundo, deducen de aquí los incrédulos que esta narración de Moisés y la de los poetas son igualmente fabulosas.

En una disertación que se halla en la Biblia de Aviñon, t. 1,p. 372, se ha reunido una multitud de pasajes, de historiadores y viajeros que prueban que hubo verdadero gigantes. Sin animo de contradecir el hecho ni sus pruebas, pensamos que no es necesario recurrir a ellos para justificar la narración de Moisés. En efecto, es muy natural y común entender por los hijos de Dios los descendientes de Seth y de Enoch, que se distinguieron por su fidelidad hacia Dios, y por las hijas de los hombres, las mujeres de la descendencia de Cain. La palabra nephilim, que se traduce por gigantes, puede significar simplemente hombres fuertes, violentos y ambiciosos. Este sentido lo indica bastante Moisés añadiendo: “Tales fueron los hombres de fama que se hicieron poderosos sobre la tierra: Hi sunt potentes a saeculo viri famosi”. Por lo mismo no hay necesidad de informarnos si hubo en las primeras edades del mundo hombres de una estatura superior a la de los hombres de la edad presente.

El historiador Josefo, Filón, Orígenes, Teodoreto, San Juan Crisóstomo, San Cirilo de Alejandría y otros SS. PP. pensaron como nosotros, que los gigantes de que habla Moisés eran mas bien unos hombres fuertes y de un carácter feroz, que hombres de una talla superior a la de los demás. Nada se sigue aquí contra la existencia de muchos hombres de una estatura extraordinaria, de que hacen mención los autores sagrados, como Og, Rey de Basan, Goliath, etc. Hist. de la Acad. las Inscripc.

Algunos hábiles comentadores modernos tradujeron el pasaje del Génesis en cuestión del modo siguiente: Los hijos de los grandes viendo que había bellas jóvenes entre la gente común, escogieron y robaron aquellas que les agradaban. De este comercio nacieron bandoleros que se hicieron célebres por sus hazañas. Esta aplicación conviene bastante bien con la continuación y orden del texto. La palabra hebrea Elohim, que unas veces significa Dios, otras significa los grandes;y las hijas de los hombres pueden muy ser las hijas del común y de la plebe.